
¿Cómo elegir la protección auditiva?
La protección auditiva es clave en entornos con altos niveles de ruido, ya que ayuda a cuidar la salud de nuestros oídos y a prevenir daños auditivos permanentes. Para escoger el protector más adecuado, es necesario valorar distintos aspectos: el nivel de ruido, el tipo de trabajo, la duración de la exposición, la comodidad del equipo y su compatibilidad con otros elementos de protección individual.
El número de decibelios en el lugar de trabajo :
La intensidad del ruido se mide en decibelios (dB). A mayor cantidad de decibelios, más fuerte será el sonido y, por tanto, mayor la necesidad de protección auditiva. Conocer el nivel de exposición es clave para elegir el equipo adecuado:
Menos de 85 dB: Aunque no suele ser perjudicial, el ruido puede resultar molesto. En estos casos, el uso de protectores no es obligatorio, pero pueden emplearse tapones de espuma suaves para mayor confort.
Entre 85 y 100 dB: Es el umbral donde el ruido comienza a representar un riesgo. Si la exposición es continua o prolongada, es imprescindible usar protección auditiva. Los tapones desechables o moldeados son una buena opción en este rango.
Más de 100 dB: El ruido es extremadamente alto y peligroso para la salud auditiva. En estos entornos se recomienda utilizar orejeras o una combinación de tapones y orejeras para lograr una protección eficaz.
Además del nivel de ruido, también influyen la comodidad y la facilidad de uso del protector. Es importante probar distintos modelos hasta encontrar el que mejor se adapte a tus necesidades y te resulte práctico para tu jornada laboral.
¿Cuáles son los diferentes tipos de protección auditiva?
Existen diferentes tipos de protección auditiva, cada uno diseñado para adaptarse a distintos entornos laborales y necesidades específicas. A continuación, te mostramos las opciones más habituales:
Tapones para los oídos
Se insertan directamente en el canal auditivo y reducen la cantidad de sonido que llega al oído interno. Son una excelente opción en espacios donde las orejeras resultan demasiado voluminosas o incómodas. Están disponibles en versiones desechables, reutilizables o moldeadas a medida.
Orejeras
Cubren completamente las orejas y se sujetan mediante una diadema ajustable. Incorporan cojines acolchados que aíslan eficazmente del ruido ambiental. Son especialmente recomendables en entornos con niveles de ruido elevados o para personas que no toleran bien los tapones.
Aunque las orejeras pueden resultar más aparatosas, suelen ofrecer una mayor capacidad de atenuación, especialmente frente a sonidos de muy alta o baja frecuencia. Además, su facilidad para ponerlas y quitarlas las convierte en una opción práctica cuando se trabaja en entornos donde el ruido no es constante.